Tomino

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jueves, 20 de marzo de 2014

Cinco consideraciones acerca del nacional-socialismo y su relación con el BM


Esta es la versión completa de un texto que hice específicamente para una revista sobre BM. Sin embargo, se me pidió que por la extensión y por los conceptos manejados, escribiese lo mismo pero en una versión "descafeinada", si le podemos llamar así, que en cuanto esté disponible impresa les haré llegar la referencia.
No obstante, me es muy importante publicar esta versión completa, ya que remite a lo que hemos trabajado en escritos pasados, y a lo que en general es mi Orgenlatém; o sea, mi subversión del BM. Aparte me gustaría añadir que si bien a veces soy demasiado técnico en mis escritos y puedo rayar en lo incomprensible, esto sucede con una finalidad, que apunta a entregarse al texto (incluyéndome), porque no es que escriba sólo para mí, o teniendo como referencia alguna clase de alter-ego, sino que mis escritos presentan una alteridad que en tanto más conocida más ajena se vuelve. Sin embargo, trato de hacer mis escritos en un balance entre la articulación de conceptos pero también con referencias a situaciones concretas que ayudan muchísimo a la comprensión. Trato de ser comprensible, mas no fácil de entender. A veces hacerse fácil de entender trae más incomprensión de la que uno cree. A veces la comprensión surge de la falta de entendimiento.

Cinco consideraciones acerca del nacional socialismo y su relación con el BM


Nos vemos obligados, si la pasión del pensamiento nos atrapa, a abordar un tema cuya polémica es notoria. El NSBM (National Socialist Black Metal) es para nosotros un punto esencial para adentrarnos en la reflexión acerca del BM. Se definirá aquí al BM como un género ideológico, ya que entendemos que la música no escapa a la estructura de lenguaje que, en todo caso, la hace posible (coherencia, ritmo, significado, etc.). 

1.- Pero pasando directamente al NSBM, empezaremos con una pregunta, que parte de la clara experiencia del diálogo acerca del tema: ¿el NSBM puede ser considerado BM? Esta es una pregunta similar a plantear algo como: ¿es posible el BM cristiano? Que son a su vez preguntas acerca de la esencialidad del BM como tal. Lo que sabemos es que, la música puede ser utilizada como un significante; es decir, aquello que necesita de otro significante para poder significar algo. En otras palabras: una melodía puede promover el odio y la intolerancia, y en otro contexto la paz, la justicia o el amor. Es en este sentido que problematizamos esas preguntas sobre la pertinencia de determinada ideología dentro del BM, más allá de la música. Aquellos que las plantean generalmente las responden basándose en una asunción cuasi esencialista, acerca de qué debería ser el BM: "el NSBM no es posible porque el BM es apolítico" o "el BM cristiano es un absurdo puesto que el BM es satanista/pagano". Aquí en vez de proponer un punto de vista demasiado personal, vamos a localizar la condición de posibilidad de los mismos, mediante un concepto de mucha utilidad: el gran Otro. Distinguiéndose por la mayúscula, el gran Otro no es el otro que resulta inmediato y lógico sugerir partiendo del yo o de nuestra identidad como sujetos ("aquello que no soy yo"), el gran Otro es la alteridad como entidad simbólica abstracta (o sea, no exactamente una persona o cosa concreta). El gran Otro es, por decirlo así, el lenguaje en su dimensión de alteridad radical. Un lenguaje que nos habla: se puede pensar, sin dar mucho rodeo, con el ejemplo de una tribu urbana. El Otro es una especie de catálogo de significantes (la ropa a usar, la actitud a seguir, etc.) mediante los cuales uno se va a situar con relación a algo: el hecho de que, por ejemplo, hacer Black metal cumbia sea un absurdo total, es porque de antemano es incongruente con las coordenadas simbólicas del Otro. Cuando alguien es demasiado fiel a la palabra del Otro se convierte en un dogmático. Creo que con esto puede quedar algo claro hacia lo que apunto.

Así: El BM cristiano es un imposible en tanto el BM se constituyó desde un principio como reacción a su imposición religiosa. Por otro lado el NSBM, se dice que es imposible porque, según algunos, el BM no es político, idea que, siendo sinceros, rechazamos. Es importante recordar aquí la famosa anécdota de Picasso cuando un oficial alemán le preguntó acerca del Guernica, ¿usted pintó eso? -No, fueron Uds. -respondió el pintor.  "¿Ustedes quemaron esas iglesias? -No, fueron Uds.", pudieron haber respondido sobre los atentados a las iglesias noruegas. El BM no escapó a una dimensión política.


2.- Es un hecho que el NSBM tiene un repertorio de bandas con una calidad impresionante. Sin embargo, aquí nos tocaría identificar las variaciones dentro del mismo subgénero: serían 2 en sentido general, a mi parecer. Los que toman al NSBM por asociarlo al odio, la destrucción, la guerra (generalmente quienes afirman el Holocausto), o quienes lo toman por el lado espiritual, místico a veces, y resaltan las cuestiones positivas del régimen, sus valores, su tendencia ecológica, etc. (y a veces hasta niegan el Holocausto). En nuestra opinión ambas posiciones yerran en el mismo punto: conciben al Nacional Socialismo como una ideología que sería representante de un bien o de un mal concretos. No es que no haya habido cosas buenas o malas en el régimen (la postura típica posmoderna es afirmar: "se pueden sacar cosas tanto buenas como malas de cualquier sistema político"), sino que no podemos basar nuestra crítica en apreciaciones morales. No se trata de satanizar al nazismo, pero en definitiva tampoco de verlo como el Bien encarnado (que en la asunción del nazi común sería la contraparte de los malvados fines judaicos de dominación, ya volveremos a ello). Como diría Alain Badiou, que el exterminio de judíos (y homosexuales, gitanos, etc.) por parte de los nazis haya sido un crimen atroz, sí, pero no constituye la medida inigualable del Mal absoluto, ese tipo de concepciones son más de orden religioso. Igual por el lado contrario ¿no puede establecerse un símil de la actitud nazi hacia el judío como la de la Iglesia hacia el Diablo? ¿O la del antifa hacia el nazi? En todo caso ¿no se podría concebir la política estalinista como un régimen incluso más sanguinario que el mismo nacional socialismo? Curioso es que, a comparación de la proliferación del NSBM, el comunismo no sea una ideología que guste mucho de ser adoptada por el BM. ¿Por qué? Trataremos de dar respuesta a ello.


3.- En el primer punto llegamos a la conclusión de que el NSBM es posible y real, y en el segundo advertimos que entenderlo desde la idealización o la satanización puede impedir tocar puntos esenciales del problema. Esto nos encamina al tercer punto que comienza con la pregunta: ¿qué es aquello que hace posible esa relación tan íntima del NS con el BM? Hay muchas formas de responder a esto, se puede decir: la guerra, la muerte, el honor, el elitismo, etc. Pero nosotros haremos obviedad de eso y situaremos la cuestión utilizando al comunismo como punto de comparación. Si bien la intención de Marx era fundamentar al comunismo como una ideología atea, sabemos que estrictamente no ha sido llevada tal cual; en el estalinismo y su aspiración al comunismo, el gran Otro toma la forma de gran Otro de la Historia, que justificaba los crímenes, las purgas y otorgaba sentido y fe a la lucha. Un sustituto directo de Dios. Esta razón quizá le haya dado cabida al marxismo en el BM; sin embargo, lo que le diferenciaría del nazismo sería algo más particular: en el comunismo la posición de objeto del Otro está planteada de un modo más crudo, la colectivización es más amorfa y puede llegar a ser angustiante (incluso los nazis hacen caricaturas del Rojo como un trabajador hueco y estúpido hundido en la masa, despojado de su espiritualidad), mientras que en el nazismo se adorna el socialismo con esa hipótesis fantasiosa de la raza aria, una raza que supuestamente tendría un vínculo espiritual con la nación y que de algún modo está predestinada a la grandeza y el esplendor. Es decir, la lógica del nazismo es decirle a sus seguidores que son hermosos, superiores, elevados; en pocas palabras: inflar su narcisismo mediante el ser amados por un padre que en Hitler encontró portavoz. A partir de la humillación que sufrió Alemania por el Tratado de Versalles, la reacción del pueblo alemán estaba predeterminada a caer con los ojos llenos de amor ante la figura de un padre redentor. En el caso del comunismo, el militante no es un ser elevado, concebido por la madre naturaleza que le concedió un destino sagrado a lograr (¿el de conquistar a otros pueblos?), es más bien, un instrumento, una herramienta más en la maquinaria en contra del capital. Si el nazismo tiene más vínculo con el BM es en gran medida por el factor narcisista que se encuentra en juego. Pero hay un punto más:


4.- Ciertamente no vamos a negar que el Nacional Socialismo es una ideología racista. Quienes lo niegan diciendo: "los racistas son los otros, nosotros sólo defendemos lo nuestro", lo único que están haciendo es racionalizarse, si se supone que el nazi moderno no tiene nada malo que ocultar, ¿por qué siempre parece que se está excusando de todo y culpando al judío? La lógica de la proyección en sentido psicoanalítico es impecable: "el judío quiere dominar al mundo", ¿y los nazis no querían? –pregunto yo. Otro ejemplo: "¡Rusia tiene armas de destrucción masiva!", ¿y Estados Unidos no? Pero a lo que vamos con el tema del racismo es a algo simple: no sólo sucede en la ideología nazi que hay identificación con el líder en tanto propone un ideal (la raza aria), sino que existe un resto, un negativo, que es el punto en el que se enlaza y adquiere coherencia y utilidad política su discurso: el judío, naturalmente. Gracias a la figura fantasmática del judío -es decir, una figura que aunque pueda coincidir con la realidad (puede haber judíos rateros pero también nazis homosexuales), es producto de fantasía- es que el discurso nacional socialista logra operar, es aquel objeto gracias al cual puede funcionar el concepto mismo (también fantasmático) del ario. Slavoj Zizek definía al judío del nazi como su "objeto de amor-odio perverso"; es decir, ¿acaso no notamos que a pesar de que los nazis vertiesen todo el mal del mundo, toda la vomitada, la suciedad, la avaricia y la fealdad al judío, también existe una terrible admiración hacia ellos? "Son más inteligentes que los alemanes, por eso le roban al pobre trabajador honesto y honrado". Un nazi moderno me decía: Marx, judío, ideó el comunismo, en contra del capitalismo, que también es judío, porque para el judío no existen las contradicciones, ellos atacan por derecha o izquierda, por arriba o por abajo, pero siempre para destruir a la raza aria. ¡Díganme si eso no es admiración! Ante la paradoja clásica de Dios: ¿puede Dios construir una piedra que le aplaste? Pensemos en preguntarle a nuestro amigo nazi: ¿Puede el judío crear una piedra que le aplaste? Siguiendo su lógica: ¡Respondería que sí! Los judíos están endiosados por parte de los nazis y también fungen aquel Otro que se encarga de cargar con todo lo que los nazis no quieren saber de ellos mismos.


5.- Vamos a dar el último punto, a pesar de que aun faltaría mucho qué decir, pero sé que es el más imprescindible: ¿NSBM en México? Podemos distinguir tres formas de adoptarlo: el indigenismo, el mexicanismo y el arianismo. ¿Qué sucede con el indigenista que adopta el NS? Acepta que no es blanco, pero no tan fácil va a deshacerse del anhelo de ser nazi, entonces de modo generalmente inconsciente va a realizar una sustitución con algo que tenga cierta relación con el blanco: que el indígena también es gentil (no judío), que es una raza que puede peligrar de extinción, etc. Es decir, hace metáfora de su raza con la raza aria. El problema aquí es que hay una extraña aceptación de que por haber nacido en el territorio nacional (por “ser” mexicanos) ya es obligatorio identificarnos de modo cuasi místico con la prehispania; cosa que carga su lado absurdo al observar la inmensa diversidad del mestizaje. Una vez una un tipo de un grupo de metal, nada listo a decir verdad, gritó “¡todos somos sangre indígena, ahuevo!”. En primera, los indígenas no eran pueblos unidos; y en segunda, claro, tenemos sangre indígena, pero si le agregas que también sangre española, el muchacho se indigna y se avergüenza, menuda ironía. 

El mexicanista, por otro lado, acepta que es mestizo, pero en el peor de los casos no logra diferenciar nacionalismo, fascismo y nacional socialismo. También pretende hacer una metáfora, pero es más complicada, porque se basa en la bandera mexicana, cuya unidad es de completo dudosa. En el arianista, en el mejor de los casos, piensa que el NS puede ser aplicado mediante el separatismo racial de los vestigios de raza blanca en México; es decir, generalmente sangre española. Incluso puede haber un separatismo interno dentro del arianismo: el blanco hispano tendría que mezclarse únicamente con sangre hispana. Lo delirante de este asunto es que muy raro sería encontrar a alguien que no esté mínimamente mestizado, por lo que, la aspiración de "purificar la raza" partiendo de "razas impuras" no tiene mucho sentido, en especial para quien le toque ser el "más blanco" de la pareja procreadora. Obviamente el racismo se filtra en todos lados; hay negros racistas, indígenas racistas, blancos racistas, etc. Así que a pesar de que el tercer tipo de NS aplicado en México sea el menos incongruente, no por ello es el más intolerante.

Hay algo que he repetido hasta el cansancio en mis escritos: cuando alguien dice "el NS no se puede aplicar en México, es sólo para los arios", hay un punto de razón, Hitler decía que él hablaba para su raza, pero hay algo más: se está afirmando al mismo tiempo que el NS es congruente si se aplica en el ario; es decir, es congruente ser racista, exterminar e intentar conquistar sólo si eres ario. En muchos enunciados de este tipo, la gente sin darse cuenta está afirmando el delirio NS de la raza aria como raza superior. Y para los que afirman cínicamente que el nazismo no hablaba de superioridad racial, les suplico lean el capítulo XI de Mein Kampf, y si aun así alguien dice algo como: "Seguramente la edición de tu libro fue alterada por manos judías", les responderé perdiendo toda la formalidad que he tratado de mantener: No mamen.


No hay razas superiores, ni siquiera hay razas humanas, antropológicamente hablando. Está igual de errado el nazi ario con su ilusión de ser superior como el nazi indigenista queriendo hacer lo mismo. Como decía Lacan: "Está tan loco un sujeto que se cree rey como un rey que se cree rey". El nazismo que quiera ser aplicado en México tendría que tomar en cuenta los factores ya mencionados y cuidarse de caer en idolatrías. Porque desgraciadamente estamos en un país idólatra por excelencia y el racismo o malinchismo son más acentuados cuando son inconscientes. Mi propuesta es abrir paso a la diferencia: la diferencia no sólo es entre personas dentro de un conjunto (la otra clásica paradoja "soy único entre tanto borrego: ¡dice la mayoría!), ¡la diferencia está en mi ser dividido, en mí mismo para conmigo mismo! Ser mexicanos es estar situados en un vacío, en condiciones de posibilidad muy distintas a las de un filósofo alemán del siglo XIX o de un musulmán fundamentalista, ser mexicano no es una condición previa, es todavía más tambaleante la creación de la identidad que en otros lugares; por ello es un constante proceso en construcción, que se reanima de su misma imposibilidad de definición. Ser mexicano no es una responsabilidad con un sistema de gobierno inútil, o una identidad producto del futbol o de haber nacido -sin haberlo pedido- en el territorio. Citando una frase de una película hispano-argentina, "tu país son tus amigos". Los lobos creamos nuestra propia nacionalidad y también pretendemos un BM que, a pesar de sus influencias, y en medio de tantas copias de copias, sea auténtico.