Tomino

Tomino

miércoles, 9 de octubre de 2013

IX: De los senderos (Parte II)



Temas a tratar:

La paradoja de los "no enajenados"
Los coliseos y la falta 
No hay "post-black"
Sendero Mano Izquierda y Sendero Mano Derecha
Satanismo: religión oficial del BM
Luciferianismo: se va Cristo, vuelve Platón. 
Descartes y el lugar de la verdad
Ateísmo real 
El sujeto es caos (acerca de la magia del caos)
Del arca de Noé a dilivuos de amor,
de diluvos de amor al BM.
El odio se da en el espejo.






Como en esto del BM no hay tregua sobre cuál es el verdadero camino a seguir, yo no me limito a señalar camino alguno, como tampoco toco de puerta en puerta distribuyendo un tipo de creencia religiosa, sino que tomo todos estos elementos, los distintos senderos que se han trazado y trato de articularlos con lo que está en juego. Cuando alguien escucha acerca de mi subversión del BM, inmediatamente se imaginan que me encargo de apuntar a quienes están totalmente enajenados con la ideología, a quienes de su discurso todo puede ser predicho. Pero eso es algo que hoy en día es demasiado fácil pensar, hasta el más imbécil puede vislumbrar que el BM, como el metal, y muchas formaciones sociales más, tienen expuesto ese carácter enajenante, y que de lo que se trata es de ser individualista, alejado del rebaño, etc. Pero cuando la paradoja acecha, nuestra condición de sujetos queda demostrada: la paradoja es una señal de lo imposible. Yo he sido el primero en caminar este sendero, acosado por su enigma, yendo más allá de la dualidad, pero distinguiéndome de quienes creen resolver el problema apelando a la totalidad ("soy parte del Todo, soy el Todo mismo, etc."). Hoy los blackers tradicionalistas crean opiniones a veces muy profundas, pero que no dejan de evidenciar que el problema se encuentra en lo superficial, pues en su praxis siguen siendo los mismos que creían que un tape de la primera edición de Master's Hammer los hace semi-dioses. Los posmodernos se mofan ya de este espectáculo y dicen ser ajenos a la captura ideológica, se burlan de las bandas cada que pueden, como demostrando que ya no veneran nada, le quitan los parches a sus chamarras, los guardan en el cajón, pero se ponen hasta pálidos si alguien les pregunta sobre sus gustos musicales a los 10 años, remitiendo erróneamente a la inmadurez de la mente infantil, o simplemente tachan de poser a alguien que en sus fotos no tenga una apariencia ruda en demasía. Y es que el factor estético dentro del BM es determinante, por lo que algunos aparentan no estar enajenados, pero en seguida ven a una persona con rasgos demasiado indígenas y le acusan de atentado ante el género, lo mandan a escuchar a Café Tacvba y encima lo suben a una página de goce narcisista (algunos le llaman de ciberbullying). Por otro lado: en la música no se aceptan casi innovaciones, a menos que haya sido un miembro o ex miembro de una banda de culto quien las haya implementado. Hay demasiado dogma ante el sonido, como si él fuese una especie de garantía cuando las palabras faltan, porque dicho sea de paso, en el caso del BM al sobrar en extremo, cavan ciertamente más el hueco. ¿Cómo no ver que este género aparecen tantos factores ligados entre sí? ¿No han podido ver que todo lo mencionado y más, son elementos estructurales del BM, son su afirmación ideológica misma? Por lo que de lo que se trata no es de una diacronía en la que el BM ha ido dirigiéndose a través de los años de su "pureza" a su perversión, sino de ver los elementos en su sincronía, más allá de la dualidad verdadero/falso, blanco/negro, satanismo/cristianismo, de ver cómo se articula todo esto y cuál es el papel del sujeto, lo cual al mismo tiempo trae colación que el sujeto del que hablamos es sujeto del inconsciente. 


Es decir que de lo que se habla son de significantes, los tan mentados pares son eso, significantes: por lo que les he hecho énfasis en que en un país mestizo irse de un lado de la moneda, sea el malinchismo grosero o el indigenismo patriótico, puede traer consecuencias inmediatas acerca de lo otro que se niega, como cuando se dice que el nazismo sólo es para los arios, automáticamente se afirma que existe una raza superior. Pero tampoco caigan en la trampa de un centro de un lugar intermedio, tolerante y políticamente correcto, multicultural, etc. pues esas son justamente categorías ideológicas que apunta a una universalidad, globalilidad, que acaba con la diferencia. Y nuevamente caemos en otra paradoja, por lo que ya pueden ir viendo que las paradojas tienen una utilidad en este discurso. Vamos a volver un poco al tema anterior (del encuentro I) acerca de la entrevista a Shining, me gustaría comenzar con estas palabras Kvarforth: 
"Puedo decir que somos más Black Metal que el 99% de esos idiotas que se autoproclaman Black Metal", nos dice, y nosotros, como buenos freudianos, le creemos cada palabra. ¿Por qué más Black metal? En un principio el líder de la banda se está mofando de quienes llaman a Shining una banda emo, y con toda la razón, pues eso es dejar las cosas en un plano demasiado pueril. Nos comenta que el respeto que ha obtenido Shining por bandas tradicionalistas es lo que los certifica, trayéndonos de vuelta a la dimensión del Otro que hemos trabajado aquí, y ese respeto asoma por la ventana, a su vez, la cuestión de la acción radical como determinante del BM práctico (enfatizado por el contraste de que su música sale de lo tradicional). 
Digamoslo así: como si se tratara de que el BM fuera un coliseo romano en el que sólo los que se autoproclaman estar en la arena son lo real, el público es lo falso (aunque entre él pueda haber: violadores, asesinos, etc.), y el emperador está ocupando el lugar del Otro, dándole significación al BM como un género radical, verdadero; no olvidemos que por supuesto en su palacio viven los fantasma de Euronymous, de Dead, de Varg y de cualquier ídolo al que quieran colocar ahí. En pocas palabras: el padre ideal. Si el mismo Varg dijo no tener nada que ver con el BM, eso lo hace aún más responsable e inmiscuido, y así, a mayor escala, es que decimos que el BM ex -siste. Entonces, el BM formaría parte de la estructura que funciona apoyada de la creencia y de la ficción; es decir de lo simbólico (significantes que se entrelazan para crear la coherencia e incoherencia de la realidad), habiendo no obstante un elemento que impediría la totalización (o el coliseo como círculo cerrado) e introduciría un borde. El BM tendría una estructura más allá del imaginario de "sólo nosotros somos los reales". 

Ahora bien, supongamos que el mundo feliz de Shining, donde todos los jóvenes se autodestruyeran, tomaran drogas y negaran a la vida a diestra y siniestra fuera un círculo que llamaremos A, y por otro lado, tomen cualquier otra tendencia del BM que no encaje con aquella, por ejemplo, el satanismo dbíblico y llamémosle B, y ahora recordemos lo que vimos la clase pasada y pensemos en un diagrama de Venn, donde habría un elemento común en la intersección de ambos círculos. Supongamos que en A, está 1, 2, 3, y en B está 3, 4, 5, A intersección B, a diferencia de A reunión B, sería únicamente el elemento común: 3. Este 3 va a ser, el elemento común; que va a ser la falta en el sujeto, es decir, eso que moviliza al sujeto a crear indeterminado número de coliseos. Y de este modo, nuestra falta es correlativa a la falta del Otro, puesto que el sujeto se constituye como en falta en su campo, ue es la dimensión del lenguaje de la que depende el BM como acolchado ideológico. Por lo cual el B/M también aparece en falta. La falta es lo único a lo que se puede apelar para no quedar por completo capturados a los significantes del Otro. ¿Por qué las faltas son correlativas? Porque el deseo es innombrable, por lo que el sujeto jamás sabrá qué es lo que desea el Otro, puesto que, en pocas palabras, ni él mismo lo sabe. Si el Otro estuviera completo no habría sujetos, y estaríamos en otro campo que no sería propiamente humano. Puesto como que como diría Spinoza, la esencia del hombre es el deseo; es decir: que algo falta. 


Dicho sea de paso, no pensemos esto como etapas madurativas, en las que de repente uno llega al punto en que es "posblack" (no exactamente en el sentido del subgénero), que ha superado la inmersión en el coliseo, que ya no está enajenado como otros más jóvenes, etc. Como cuando un adulto sometido totalmente al discurso capitalista se burla de un joven con una imaginación revolucionaria. La alienación no tiene que ver con una etapa del desarrollo, sino que más bien tenemos que ver que toda verdad se articula por medio de esos dos tiempos lógicos del sujeto: la alienación y la separación. Por eso puede ser tan auténtica -y tan aguerrida a veces- una identidad adolescente, totalmente permeada por una insensatez e impulsividad, como puede ser de falsa una identidad supuesta en un nivel superior de desarrollo, en el que ya se ha trascendido, etc. La cuestión a ver es -y si han entendido a Freud lo sabrán- cómo somos siempre nuestra historia, más allá de una linealidad, somos un entramado tragicómico constituido por nuestro deseo. La verdad es el lugar del deseo. Situar la dimensión inconsciente es al mismo tiempo, asumir responsabilidad de todo lo que somos y, en especial, de lo que nos falta. Y ahora sí, hablando del mentado subgénero "post-black", lo que está en juego es perpetuar una creencia evolucionista, y así como el evolucionismo es seguir sintiéndose por encima de algo y a la vez, puestos en ese lugar por algo, el "post-black" infiere y saca la errónea conclusión de que hubo un Black como tal. 


Dicho esto, vayamos al tema que me propuse haber abordar desde la vez pasada, y es el tema del satanismo. Convengamos en que el BM es un género en el que la religiosidad no queda ausente de coquetear con su esencia. También a esto nos referimos cuando hablamos del BM como género ideológico. Siguiendo un poco de lejos a Althusser, podemos pensar a la religión como un aparato ideológico de Estado, pero como no estamos propiamente en ese terreno, pensémosla únicamente como aparato ideológico. Su etimología re-ligare (re-unir, congregar con fuerza), se asoma como principio ideológico. Primero, no pensemos religión como sinónimo de catolicismo, cristianismo, de ovejas al lado derecho del Pastor: también puede haber ovejas del lado izquierdo, y sabemos que hay religiones más heterogéneas que otras. 

Pero la creencia, sea animista, mágica o propiamente religiosa, en antropología, es una condición prácticamente estructural, ciertamente no hay sociedades ateas. Por lo que no nos preocupemos y vamos a situar la religiosidad como parte del sujeto: para los niños que aún no saben leer, como para leer la Biblia, los padres ya están representado el papel de dioses. No es, por lo tanto, nada del otro mundo pensar que al hablar de dioses hablamos de los padres, no sólo en tanto figuras imaginarias, sino como funciones simbólicas. Pensemos en las psicosis, por ejemplo, vemos que la función paterna no cumple la condición de que se logre una metáfora del deseo de la madre (primer Otro, por así decirlo) y las consecuencias pueden ser la total alienación al Otro, a la voluntad de un Dios que viene de lo real con un lenguaje primordial y siniestro: esto sucede en el famoso caso Schreber. Las psicosis comúnmente tienen temas religiosos, por lo que no hay que pensar que el psicótico los trastorna debido a su locura, sino que las cuestiones religosas en las psicosis son una expresión de la locura inherente a sí mismas. En las neurosis la metáfora paterna misma sirve de anclaje al panteón de dioses de todo tipo. Pero no se confundan y piensen que estoy diciendo que el BM sea una religión, el BM tiene forma de religión, pero no es una religión, como tampoco un sujeto tiene que rendirse en su ateísmo ante la paradoja: "no creer en Dios es afirmarlo, etc." Lo que no quita, claro está, que haya mucho de eso en el BM, razón por la cual hoy estamos aquí. 


El satanismo es la religión oficial del BM, para decirlo de un modo chusco pero cierto, puesto que el paganismo se hizo ya de su propio género, además, cierta comprensión del satanismo es al mismo tiempo pagana, ya que entiende que la esencia de Satanás se encuentra en cada divinidad que antecede a la llegada del monoteísmo. Sin embargo, ya en el zoroatrismo veíamos la recurrencia de esa dualidad divina, de la cual Ahrimán empezó a poner su sello en el nombre de Satán. Cuando San Agustín, fuertemente influido por la tradición griega, decía que el mal no era una sustancia como tal, sino que era una carencia de bien, nos está diciendo al mismo tiempo que el mal es la falta. No tan errado, puesto que precisamente Satanás es algo que, fuera de las racionalizaciones teológicas, se le escapa a Dios de las manos. Por lo cual la emparentación del Diablo con el humano (Satanás como el rey de este mundo terreno) no ha de sorprendernos; empero, que se haga de ese acusador de Dios un símbolo de una supuesta instintividad humana sólo es perpetuar la idea que el hombre es eslabón entre el animal y Dios. Lavey y su séquito no dejan de oler al hedor del cadáver de Dios. Pero, por otro lado, proponer que Satanás es antecesor de Dios, por supuesto que también niega la omnipotencia de Dios padre, pero se lo coloca a Satanás como sustituto. Un ejemplo claro de esto sería lo que yo llamo el satanismo nazi; es decir, la creencia que Dios Yahvé, judío, es, por supuesto, y sosteniéndose en el delirio hitleriano: el verdadero Diablo, el mal absoluto. Por lo tanto, Satanás es la luz pagana apagada por las mentiras de aquellos que quieren que los arios desaparezcan, que el mundo se sumerja en capitalismo global, etc. Los senderos mano derecha se caracterizan por un afianciamiento hacia la colectividad, hacia la creencia teísta clásica, de que hay ónticamente un Dios y nosotros somos sus creyentes, una moral ya establecida, una jerarquía ya trazada. Por lo que el satanismo nazi desde mi punto de vista podría ser entendido como parte del sendero mano derecha, aunque por supuesto que no del todo. 
En el sendero mano izquierda (del que Lavey forma parte), por el contrario, existe un aire a libertad, a individualismo, a la progresión en miras a la conversión en deidad. Es decir, hay una especie de identificación, "to be one with Satan" como diría Satanic Warmaster, en la que se apunta a los ideales propuestos por el significante Amo, que en muchos casos, es, sin más, la muerte. Y en esto no yerran, la muerte es el Amo absoluto. Simplemente que la muerte no es exactamente el opuesto a la vida, ni se trata de tener de estandarte la frase "la vida es una ilusión", cosa que si fuera cierta haría las cosas más fáciles. En el sendero mano derecha la identificación con la deidad no pasa tanto por el plano imaginario de volverse una deidad, sino que apunta la disolusión simbólica en la totalidad de determinada deidad; como la idea de paraíso, de nirvana, etc. Por lo que vemos cierta convergencia entre eso y órdenes del tipo luciferiano, en las que, al puro estilo de un reverso platónico, hay un mundo de caos, supraterreno, al cual se aspira mediante la muerte, la destrucción total del cosmos (aeon 218, etc.), entendido como la creación demiúrgica ilusoria y detestable. Es decir que se puede dar el caso de que lo que el sendero siniestro lanza por la puerta regresa por la ventana, menuda inconveniencia. 

Tengan cuidado si son anticristianos y luciferianos, porque como bien dice Nietzsche, en Más allá del bien y el mal, el cristianismo es un platonismo popularizado. Como no quiero ahondar en el sinfín de órdenes y cosmovisiones, nos conformaremos con los elementos en común. Sabemos que la religión es hija de la magia y de la creencia animista, por lo que el satanismo ocultista no es nada descabellado a decir verdad. El hecho de negar la figura bíblica de Satanás, cosa que no todos hacen, nos lleva, como ya dijimos, a repaganizar a Satán, por lo cual el BM puede encontrar en él la condensación de su ideología, el pentáculo invertido en el BM tiene un uso a decir verdad bastante laveyano, pues universaliza. No olvidemos que la iglesia de Lavey es producto de la ideología capitalista. Una vez un conocido me dijo que la verdadera esencia del BM era pagana, no satanista, que el satanismo fue un agregado, cosa que no es del todo acertada pues como les he venido dando a entender, el satanismo (más serio que el clásico hijo de Lucifer bíblico) es una especie de paganismo universal. Las ideas de Euronymous a este respecto eran que el mal podría absolutizarse; incluso en su rechazo a que el BM pudiera darse en otros países, estaba dando la pauta para su llegada pronta a Francia, por ejemplo, en donde perpetuaron su pensamiento. Varg en este caso estaría representando un particular que se afirma, el paganismo que es para un sólo pueblo, cosa que lo vincula al nazismo. Y es que hay que ver que en los acontecimientos de la fundación del BM, como la quema de iglesias, no sólo se trató de un acto religioso, sino que su trasfondo era político. Se trató de un acto en el pleno sentido político. Discutir si fue el satanismo y el paganismo lo esencial en la formación del BM, es poner en mesa la cuestión de lo universal contra lo particular, en la cual invocamos una ironía, puesto que el ir en contra de la universalidad cristiana, afirmar una particularidad étnica, ancestral, etc. llevó al BM de la mano al templo de Satanás; y si concibo que el satanismo es más oficial para el BM que el paganismo tiene una finalidad técnica en mi discurso que es la de negar que el BM sólo sea un cierto tipo de pueblo. No obstante, el problema ahora sería que el satanismo impidiese apuntar a la diferencia, cosa por la cual, lejos de proponer un satanismo "individual", que no es más que un modo cómodo de quitarse la discusión de encima, propongo el Nombre-de-Satán, inspirado en la teoría lacaniana de Nombre-del-Padre, precisamente para articular la posibilidad de la diferencia, mediante un ateísmo que no caiga en la grosería de ser más creyente que los creyentes. 


En gran parte la teoría de Lacan nos advierte de la imposibilidad del ateísmo al ser sujetos de lenguaje, al mismo tiempo que propone la famosa fórmula: Dios es inconsciente. Es decir, ver que el ateísmo serio estaría relacionado con admitir que Dios anda por ahí, como fantasma, y que debemos encargarnos de su presencia ausente. Ser ateo es entonces una responsabilidad para con nuestro deseo, más que una postura epistémica concreta. En eso sentido se hablaría mejor de agnosticismo, porque las antinomias de las razón, propuestas por Kant, padre de algún modo del agnosticismo, señalan que somos sujetos de lenguaje. Si Dios es inconsciente quiere decir que el ateísmo clásico ignora esto y por lo tanto, no logra escapar de ser creyente. El ateo en sentido con la fórmula de Lacan, por el contrario, no busca escapar de eso, porque asume su condición. Si Dios es inconsciente también significa que es un objeto, que pertenece a un campo meramente formal, no material, y que apelar a él entonces con causa finalis no sería para nada astuto, si el inconsciente es la falla, el equívoco, el tropiezo. 

Si el satanismo no te va llevando a conclusiones ateas sobre la existencia, es que supongo algo andas haciendo mal. Puesto que si se trata de negar la cristiandad sólo por negarla, se acaba uno por posicionar como un evangelista de otro tipo. Puesto que por más siniestro que sea el sendero no deja de haber alguien colocado en el lugar de la verdad, un garante de los saberes, en el sentido cartesiano este garante para el cogito, ergo sum (pienso, luego soy) era Dios. Este procedimiento mediante el cual Descartes llega a la certeza de su pensamiento, la duda, es también el camino que recorrió Freud: entre más dudas de si esa persona que soñaste era tal o cual, bueno, Uds. ya saben. La diferencia es que Descartes al encontrarse con un cogito vacío de contenidos, des-sustancializado, con ese yo que no es el mismo yo imaginario, sino que es propiamente el sujeto, en cuanto que está escindido con relación a su ser, Descartes pone algo en el lugar de esa brecha: a Dios. Este también es el procedimiento que funda la ciencia moderna, que es la consecuencia de ese sujeto que se funda en ese siglo maldito, el XVII, el cual necesariamente tiene que existir para ser forcluido en la pretendida objetividad. Ese sujeto es el que llegó al diván de Freud, por lo que no tiene que parecerles raro el contundente "No" de Freud para con Jung. El psicoanálisis no es ciencia en el sentido positivista, pero muchísimo menos es una magia o una religión, su sujeto, como sus fundamentos, sus bases y su modelo, están sostenidos en la ciencia moderna. Sin embargo, la ciencia necesita también desechar a la verdad, pero dejar algo en su lugar, ese algo sigue siendo Dios, pero es inconsciente. Por lo tanto, el ateísmo del psicoanálisis consiste en tomar conciencia de eso e incluso cuando en determinadas circunstancias juramos por Freud, sabemos que Freud también era un humano, con errores y defectos. Pero en el caso de la ciencia, el científico propiamente no importa, está desaparecido; es decir, para aprender física no tienes nada que saber acerca del deseo del físico, pero para adentrarse en el psicoanálisis sí hay que tener en cuenta el deseo de Freud. En fin, el procedimiento del satanismo siniestro puede a veces parecerse al de Descartes. Azerate o Luicifer en el lugar de la verdad, de la garantía, de las entidades reales del Caos que no engañan, y el mundo físico/material sería homólogo al diablillo perverso que Descartes utilizó para su hipótesis sobre Dios. En nuestro caso lo que ponemos en el lugar de la verdad es al deseo. Y como el deseo es inconsciente, pues bueno, ya entienden de qué se trata la fórmula de Lacan. Ahora bien, lo importante del fantasma de Satanás es que, pecando un poco de seguir el mito judeo-cristiano, aunque también incorporando la concepción paganista, el Diablo es el síntoma de Dios. En la canción de Chaowolf, The Phanthom of Satan, escribo: "Todo aquello que Dios reprimió, su infantil pasado que gustoso olvidó, es su síntoma, su fiel detractor". Es decir, la represión en el sentido freudiano: es de lo que Dios no quiere saber nada eso que vuelve como su síntoma, el Diablo, y con él, el hombre mismo. ¿Por qué? Porque cuestiona su perfección, es su falta, en ambos sentidos. Pero también, cuidado, porque es su infantil pasado, o algún elemento, como la magia, lo que retorna. 

Que la magia sea un reminiscente infantil, no queda duda, pero hay que ver en ella algo más, por lo que vamos a pensar en un estilo de magia moderno, la magia del caos, cuyas influencia sobre mí hace ya algunos años es notoria. La magia del caos opera con paradigmas, cambios de paradigmas, plasticidad psíquica; es decir, no es muy apta para gente necia, quizá por eso me he alejado un poco de ella. Pero no por ser demasiado difícil, como para muchos ciertamente lo es, sino porque llega al punto en que al fluir libre entre ideas individuales acaba cerrando todo tipo de discusión, fundamentación y se presta más para las imbecilidades. Imbécil etimológicamente significa "sin bases". Si alguien dice "sí" y otro dice "no", ambos acaban diciendo "pero Caos es sí y no", y pues no, no es tan fácil. Caos no puede ser todo, porque así el Todo queda sin falta. Por lo que tengan cuidado de leerse al pie de la letra cosas como el Kybalión. Leía una entrevista a Evol que evidencia esa postura (no creo que sean magos del caos pero andan por esos rumbos) que ellos ya no apuntan sólo al lado oscuro, sino a la totalidad. Yo les pregunto: ¿en qué parte del Kybalión hay espacio para la falta? A ver, principio femenino y masculino, falo y senos representados en la pintura de Baphomet por Eliphas Leví, ambos son presencia de algo que no está, eso que no está, que pondría a temblar al Todo, no es su dual, es más bien la imposibilidad de cerrazón de la dualidad. Porque si todo queda en dualidad, en armonía apuntando a un universal, no hay lugar para el tercero; es decir esa ideología es condescendiente la plenitud madre/hijo. El caos no podría reducirse a un término incestuoso, puesto que el caos se instala como deformación de la Cosa. Cuando la Cosa no está, entra el Caos. Es incluso su anagrama. No voy a definir aquí al Caos, porque así como con su primo el Tao, si se define ya se comenzó con el pie izquierdo, lo que sí puedo proponerles es esta fórmula: c <>, a. C minúscula es caos, a minúscula es el objeto perdido, la barra significa que no hay correspondencia, el caos sólo es aprehensible a través de sus efectos. Propongo pensar el caos en minúscula para irle barriendo esos tintes teológicos a la concepción. En la fórmula del fantasma de Lacan lo que está en el lugar del caos es el sujeto, por lo que el sujeto es caos. Eso es lo importante de la magia, y que se demuestra con la magia del caos: la articulación de los significantes que estructuran al sujeto no petrifica, los significantes pueden ser movidos de lugar, no mediante solamente un click, o un movimiento de la varita mágica, pero sí mediante el deseo, es decir, aquello que hace brecha ante la demanda del Otro, que permite separarse y hacer el propio sendero. La meta-creencia, acción indispensable para ser un buen mago del caos, es poder tomar a los significantes como significantes y no como significados concretos y cerrados, es permitir el fluir metonímico en la creencia. El resto que queda de esa operación de cambiar de creencia es el deseo, que no debemos confundir con la demanda, la demanda es todo lo que se pide en un ritual, es petición, pero el deseo es lo inconsciente de todo eso. Por lo que el axioma de la magia del caos, "nada es verdad, todo está permitido", tomado de los nizaríes, yo lo reformulo y digo que, sí hay verdad, la verdad del deseo, y gracias a ella, el sujeto se puede permitir el goce. Las demandas se pueden cumplir, con un par de sigilos o alguna gnosis de calidad, pero al apuntar a la dimensión de lo inconsciente (el olvido, los destierros, son ejemplo de esta tendencia), lo que se está jugando es algo en relación al deseo; en otras palabras, lo que se pone de manifiesto en la magia del caos es la estructura de lenguaje, inconsciente, que puede determinar cortos-circuitos entre causas-efectos, lo cual es el propósito mágico, sin necesidad -en el mejor de los casos- de apelar a una psique trascendental metafísica al modo Jung. Espero que ya vayan entendiendo que la magia del caos no es tan libre como parece. No es el refugio de los que quieren ser Todo, un ecléctico no es necesariamente mago del caos, es menester cierta cuota de limitación en tanto que el mago debe desfigurar su ego y notar que él se encuentra estructurado, incluso determinado, en ese orden simbólico (el universo, caótico por definición) del cual él pretende sacar algún provecho. Poder articular el deseo mediante la práctica mágica; es decir, con palabras (los rituales también son palabrería), es hacer magia. Si sólo se reduce la magia al lado de cumplir demandas y demandas, acaba siendo como los chistes del genio de la lámpara que siempre cumple otra cosa debido a la ambiguedad del significante. Y como siempre es cosa de significantes, los resultados de la magia dependen de su primicía, de su contiguidad y de la retroactividad. Cuando uno pide algo y se le cumple, es importante revisar las condiciones de sentido que hicieron posible ese logro, y cuando la petición involucra más que nunca a nuestro deseo, es importante poder escuchar mas allá de lo que decimos. A veces soñar es el mejor preparativo para un ritual, o ir a cagar el destierro más eficaz. Pero en fin, la magia del caos se considera central, ni derecha, ni izquierda, porque a veces es derecha, y a veces izquierda, pero como ya hemos visto, eso es condición de cada mano como tal, por lo que, mi propuesta es que la magia del caos tiene tres manos; la tercera mano, puede ser la del deseo, que nos lleve hacia caminos inesperados, pero con justicia para con nuestro ser, ese ser del que Dios no goza. 

Regresando al BM: el nivel de la religiosidad no queda únicamente depositado en aquellos círculos cerrados que siguen un mismo discurso, sino que es de algún modo desplazado a la música: decía Marx que la religión era el opio de los pueblos, luego Zizek de un modo muy sagaz nos dice que ahora ese papel lo juega la música. Usemos un ejemplo básico: géneros en los que la creencia del individuo no es determinante como en el Heavy o en el Trash; género que sin embargo, nos muestran con niditez la funcionalidad externa de la creencia: Slayer o el clásico Number of the beast de Iron maiden, son temas que no necesitaron la creencia "interna" o psicológica del intérprete para funcionar en su exterioridad; del mismo modo en que los niños no necesitan creer realmente en Santa Claus para que éste les siga trayendo regalos durante un tiempo. La creencia, pues, es estructuralmente hablando, siempre operante, debido a que si, como ya he dicho, el Otro no existe, se necesita una cuota mínima de creencia ante la angustia de esa inexistencia. El descubrimiento freudiano nos advierte ya de algún modo de esta posibilidad bajo el mecanismo de proyección (término que ha pasado a la verborrea común gracias a la pangea psicologista): uno puede proyectar en el Otro su propia creencia rechazada. Lo que este papel actual de la música nos trae a reflexión es que la creencia no es subjetiva en el sentido psicologista, es objetiva en el sentido de la materialidad del significante. 


¿Podemos llevar esto a lo que se puede llamar el cinismo posmoderno en el BM? Es decir, el lado aparentemente opuesto del blacker enajenado que ve al BM como una verdad encarnada en sí misma. El blacker cínico posmoderno puede oponer, por ejemplo, la desustancialización del material (discos, cintas, etc.), el humor reiterado (a veces excesivo) ante la imagen del BM, el rechazo a bandas que han pasado a ser de la jerga común, el abogar por no utilizar playeras porque son un modo de fanatismo, o el clásico: "escucho todo tipo de música, no sólo me encierro en el BM; sin embargo, me infarto con el nu-metal". Es decir, el blacker cínico posmoderno hace semblante de haber trascendido el tradicionalismo blacker. Por supuesto que nuestro punto de mira no es un regreso al esencialismo, sino más bien ver en ese cinismo posmoderno un modo más de petrificación que impide la subversión del BM. El nu-metal, por ejemplo, es el paradigma del retorno de lo reprimido en los blackers posmodernos. Por favor, tengan en cuenta que estoy dando ejemplos, no leyes, puede haber muchas variaciones a estas constantes. Nuestra propuesta es DIFERENTE a estas dos posturas: es, en primera, asumir nuestra condición de sujetos al discurso del Otro; y en segunda, poder ver su tachadura, la no existencia del Otro. En estos puntos nos distinguimos del clásico cinismo posmoderno: aquel se sitúa siempre del lado del Otro, impidiendo verlo tachado. Quizá sea una comparación un poco abrupta pero vamos a ver: el clásico señalamiento de que nuestro actual presidente, representante del Otro en tanto México-Estado-Gobierno, Enrique Peña Nieto, es un completo imbécil ¿no huele demasiado a identificación con el rasgo por el que precisamente se le ataca? Este sujeto representa el ideal del yo subyacente en México: tranza pero avanza, puedes ser un idiota pero tener más poder que 100 filósofos desempleados juntos, tener de esposa a una actriz de telenovela, etc. 


Esta relación entre un yo, un otro y un Otro nos puede ser útil para abordar nuevamente la cuestión del anticristianismo, que muy de pasada vimos en nuestro encuentro II del año pasado. Y quisiera disculparme por no ser tan constante en estas transcripciones, ha sido debido a problemas de tiempo, incluso algunos saben que en este año estuve grabando también el álbum de Chaoswolf: The fall of the idols, al que les remito sinceramente. Continuamos: el yo se constituye a través de su imagen en el espejo, un otro que en un tiempo lógico es igual y distinto a la vez; que a su vez esta relación imaginaria se da en una base simbólica a la que llamamos Otro. El Otro nombra, por medio de su palabra, el ideal del yo al cual aspirar, sea cual fuere. Al odio nosotros lo situamos en la relación especular con una imagen que es la pantalla de la falta, del modo en que Freud nos dice que la relación primordial con el objeto (mundo exterior) es de odio, pues perturba el goce del yo placer. Concretamente el BM se sostiene -y debería seguirse sosteniendo- en una intolerancia. Sin embargo, esta relación dual del cristiano contra el anti-cristiano no queda ahí, sino que se sostiene bajo los significantes de un Otro determinado pero no igual: el paganismo, el satanismo, o incluso el ateísmo. Zizek llega a tener una interpretación atea el cristianismo, que notamos que posee más bien una finalidad operativa en su discurso, no nos detengamos mucho en eso. Ya la he mencionado anteriormente: se trata de la escenificación de la muerte de Dios. Y sobre esa línea también se habla de un superyó extremadamente voraz que contiene en su seno el cristianismo: no hay forma de pagar las deudas de nuestros pecados pues Dios ya murió por todos. Si de niño uno podía decirle a sus padres "¿y a mí qué? Yo no se lo pedí", ellos fácilmente argumentaban: pues de todas maneras lo hizo. La deuda con Dios es del tamaño precisamente de su amor: es universal, impagable y en gran medida culpabilizante. El pasaje del dilivuo de un Dios colerizado a dilivuos de amor es importante, pues nos muestra el balance estructural entre el amor y el odio. El amor cristiano, que se extiende incluso al enemigo, tiene una exigencia implícita, que es la jerarquización. Como se dice en Lucas 14:26, me parece, "Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo", obviamente no hay que ser estúpidos y entender aborrecer en el sentido que le damos ahorita; se refiere a que tenemos que amarlo más a él que a cualquier cosa terrenal; es decir, elevar el amor a un nivel espiritual, que hasta cierto punto es la concepción que ronda hasta en quien menos la piensa. Todos distinguen, por ejemplo, amor y simple deseo sexual, como si pudieran ir rotundamente separados. Hasta en la más burda prostitución hay demanda de amor, simplemente que el dinero como objeto desechable sirve para evitar lo que podría llamarse, un malentendido. Así, el cristianismo instala una categoría de amor, que en el BM, a modo de formación reactiva, se convierte en tormentas de odio, el odio como cuasi sustancia universal, etc. Pero el odio también desgasta, y ese gesto tan mediocre para algunos, de dejar de odiar, es a su vez, una muestra de victoria. Como diría Nietzsche, el odio es para el igual o superior; el desprecio para los demás. Por lo que a veces es mejor hablar de desprecio; pero tampoco hay que despreciar demasiado.



 Si ven odio racial, intolerancia hacia otras creencias, etc. se le considera factor clave de la blackmetalerés, pero no por ello dejemos de ver que las más de las veces los fundamentos no son claros y pareciera sólo motiva la envidia y la imbecilidad. Hay que saber bien qué es lo que vamos a atacar y por qué, no nada más porque alguien nos vino a contar que el cristiano mató a nuestros ancestros en nombre de la Cruz, porque resulta que los ancestros también mataban en nombre de la Serpiente, y explotaban a pueblos hermanados. Por otro lado está el denominado "auto-odio", de la oleada de BM de pacientes psiquiátricos, que no pueden asumir la tristeza y la disminución del impulso vital sin hacer de ello un producto de consumo e incesante repetición, regalárselo al Otro (quien, por cierto, es quien certifica si estás enfermo o cuál es el problema "mental"), como impidiendo que haya una asunción del goce que implica en el sujeto en su particularidad -claro que hay excepciones. Si esos son los motivos de que se piense que el BM es odio, antihumanismo, etc. pues ¿cómo defender que sigan viendo a este género como a un niño rebelde y tonto? Yo no estoy en contra, como ya lo he dado a entender, de que el DSBM, el NSBM, el satanismo, el paganismo, el odio, sean parte del BM, lo son, son elementos clave, que Uds. han visto he ido revisado a través de los 8 o 9 escritos que van hasta ahora. Mi subversión del BM es simplemente cuestionar los fundamentos, posibilitar cosas más sólidas, incluso fomentar la creatividad; cuando apelo a la particularidad, por ejemplo, en los casos de melancolía, estoy apuntando a eso. Algún listo subió una vez canciones de Chaoswolf a Youtube, y supongo que por la voz, los teclados y los ritmos, puso que era DSBM. Algunas letras de esas canciones eran inspiradas en sueños, en mis sueños, ¿cómo podrían mis sueños ser parte de ese género tan rotundamente igual? Con Calvarium Funestus escribía sobre satanismo, tuve influencia de un par de libros bastante buenos, aunque también me gustaba escribir "satanismo desmadroso", que simplemente fluyeran los sentimientos en las letras. Hace algunos años, hice todo un sistema de creencia que encajaba varias tendencias dentro del BM, las ajusté, pinté con muy buenos colores las contradicciones, ciertamente tendía hacia totalizar la experiencia dentro del BM, en especial porque me consideraba y me considero un representante del BM mexicano del nuevo siglo, por lo que conozco bastante bien de lo que hablo, y mi subversión del BM es ante todo, la subversión que he tenido conmigo mismo. He logrado fragmentar todo aquel sistema, detectado nuevas formas y creado algo nuevo, que es esto, el Orgenlatém, el cual les comparto porque sé que tiene efectos, que el discurso que habla a través de mí, la filosofía, el psicoanálisis, etc. pueden aportar mucho en estos tiempos de mismidad y certezas chatas.

-Chaoswolf


miércoles, 2 de octubre de 2013

ENTREVISTA / Chaoswolf agosto 2013

Chaoswolf Directo de veracruz, México es una banda que se a caracterizado por su apego a
la filosofía del genero, psicoanálisis y la licantropía y que hoy presentamos para poder comprender mejor
este proyecto que todavía mantiene y trasciende dentro del black nacional y se a ganado el respeto de muchos.


¿Cómo es que nace Chaoswolf y quienes han formado parte del a través del tiempo?
Chaoswolf nació por ahí del año 2007, con la colaboración de Berserker (baterista del difunto Calvarium Funestus); grabamos unas cuantas canciones que pueden ser escuchadas en mi compilación. Azrael tocó batería un breve período cuando ya había comenzado a trabajar con Senectus de Cineris Requiem, con el último hasta la fecha sigo produciendo enfermedad: precisamente si quisiera explicar cómo nace Chaoswolf, diría que nace como un síntoma y su mensaje era nada más ni nada menos que mi nombre propio. 

¿Cuál es tu definición personal de la licantropía, porque tanto apego a ella?
Bueno, la licantropía para empezar es mitológica, lo cual no quiere decir que no contenga seriedad. El mito del licántropo puede entenderse como aquel origen perdido, la fusión plena entre el hombre y su instinto; sin embargo, el hombre-lobo sólo puede ser lobo porque es hombre, y en el hombre, como sabemos, algo del instinto no marcha bien. El lobo es una figura espectral, que más allá de atraernos por sus cualidades animales, nos atrae por sus cualidades que bailan en un limbo entre lo humano y lo animal. Lo que yo llamo el espíritu del lobo no es un regreso a la seguridad instintiva, es más bien un horizonte que impulsa a otra altura. Algunas letras de Chaoswolf son sueños relatados, en los que precisamente la licantropía tuvo mucho que ver.

¿Qué sentimientos o ideas alimentaron a Chaoswolf y cuál es la razón de que se mantenga en pie?
Más que nada es el deseo de hacerme escuchar, que se escuche mi locura, mi odio, mi angustia, que algo cause en los sujetos: poco me importa que la gente comparta mis ideas, más bien me interesa que algo desaten. Estoy en pie porque -pienso- que el BM necesita una ruptura; no soy un predicador que viene a convertir gente a una creencia, vengo más bien a minar las creencias, a desestabilizar la congruencia.

Cuéntanos un poco de la trayectoria que haz llevado con este proyecto.
Los primeros demos (los 2 primeros para ser exactos) tenían un estilo muy atmosférico, turbio; incluso algunos le han llegado a llamar depresivo (así me han subido a youtube), término que nunca me ha gustado para catalogar a mi música. ¿Acaso Luror por In a room in hell o Cease to live ya es depresivo? ¿Noenum por temas como Gates of maniac-depression and suicide¿Gris o  Silencer son DSBM? Es demasiado apresurado llegar a esas conclusiones. Lo digo precisamente porque debido a esa tendencia a la clasificación, muy al estilo de la psiquiatría, se ha perdido la noción de lo que hace a una banda distinta de otra, y a su vez -como buen amante de las paradojas que soy- la noción de lo Igual de muchas otras más. Yo llamo DSBM a las bandas iguales.
El tercer demo es como una especie de fusión de los dos primeros, pero ya dibujaba un cambio. Luego di un giro, porque Chaoswolf tenía más qué decir, e hice canciones como Wings of Paradox, Opening for a delirious Trickster, Transmutation, en fin, el estilo ya estaba más alejado del clásico Chaoswolf.

Danos un avance de lo que será tu próximo disco
Podría decir que The fall of the idols es el disco más complejo en cuanto contenido, las letras apuntan al ateísmo (un ateísmo real, distinto del cinismo posmoderno), a la decadencia de todo lo que en algún momento tuvo brillo, a la desmitificación del yo a través de metáforas, jugué un poco con lo establecido: utilicé dos nombres y dos lenguas, Chaoswolf y Farkas, uno canta las partes en español y otro las que están en inglés, uno utiliza corpse paint (como siempre) y el otro usa un parche en el ojo. Obviamente cada uno representa cosas aparentemente opuestas; y sin embargo, son dos extensiones de mi nombre hispano, Raúl, que etimológicamente proviene de lobo. Farkas es lobo en húngaro, wolf en inglés. Todo esto para decir que si bien “lobo” se puede traducir en muchas y variadas lenguas, mi nombre propio va a permanecer siendo el mismo, sustraído a la infinidad de nombres que pueda haber. Por eso juego con eso de las “identidades”, Farkas no usa corpse paint porque piensa que el BM no necesita esa imagen para serlo; Chaoswolf lo utiliza porque al usarlo se desconoce a sí mismo, debido a que las máscaras nunca son sólo máscaras… Las canciones tienen partes en inglés y en español. El inglés, como sabemos, es una lengua que para bien o para mal está universalizada, por eso representa a lo universal. El español, por otro lado, representa a lo particular. Mi intento es traer la paradoja de que la universalidad sólo es tal si existe un particular que se le excluye.   

¿Alguna vez ha sido cumplida la necesidad (si es que existe) de presentar a Chaoswolf en directo?
Chaoswolf nunca ha tocado en vivo. No sería una mala idea actualmente, pues tengo canciones más apropiadas para ello, pero no veo la necesidad, más bien sería por diversión.

¿Qué piensas de los proyectos que han surgido acerca de la cultura pagana de tu país y el NSBM?
Qué bien que se hable de paganismo prehispánico en diversos proyectos, y es muy interesante cuando logran articularlo con sonidos del mismo origen, lo apoyo totalmente. Pero otra cosa muy distinta es cuando se quiere hacer NSBM con tenencia indigenista. Llegan a ser racistas. Si uno de los fundamentos del NS es que las razas no se deben mezclar, ¿ellos son indígenas puros? Si eres mexicano mestizo promedio, renegar de tu sangre española es igual de ridículo que renegar de la indígena. Pero luego viene el NS mexicano que no habla de razas (acepta su mestizaje) y sólo exalta a la nación, México, y hasta decora su bandera con svásticas y demás. Es pura abstracción lo que hace; es decir, metáfora. Se sustituye una cosa por otra, pero lo que permanece intacto es el querer ser hijo de un Führer. El Führer es un padre, naturalmente. En fin, no apoyo el nacional socialismo, en alguna breve época de mi vida tuve inclinación por esa ideología, no he sido el único que ha caído en esa propaganda tan seductora. El mismo Heidegger... Pero bueno, se aprende mucho, nunca hay que arrepentirse de nada.
Primer punto: La única verdad es la que empuja... No la que se cree que se posee, ahorita yo no estoy en la verdad, estoy sólo causado por ella. El problema del NS, junto con muchas ideologías más, es que te hacen creer que tienes la verdad, y al mismo tiempo no adviertes el lugar de la verdad como causa. El “ser ahí” es “en la verdad”, decía Heidegger.
Segundo punto: No se trata de que el nazismo sea una ideología falsa, pues tiene diversos planteamientos que encajan con la definición clásica de verdad (no la que he utilizado anteriormente). ¿Cuál es? Adecuar el intelecto a la cosa. La biología, la antropología, etc. le apoyan en muchos puntos. Sin embargo, yerran en el punto en que es precisamente lo virtual de toda identidad lo que les permite, a los nazis, verse como lo que se ven. ¡Es por esta razón que es igual de virtual la identidad de un NS ario de Rusia que la de un mestizo nacionalista de Perú! Tengan muchísimo cuidado cuando dicen "el NS es para los arios", pues automáticamente están afirmando que existe el ario en el sentido nacional socialista. La figura del ario, como la del judío, son un delirio del nazismo.  

¿Cuáles son tus planes a futuro?
Más Chaoswolf, todavía tengo mucho por hacer.

¿Qué bandas han influido musicalmente en ti?
Podría dar algunos nombres: Burzum, Evol, Noenum, Summoning, Avinar; generalmente son bandas con las que no comparto muchas ideas, con Burzum, por Dios (!), ¡discrepo brutalmente! Estoy en divergencia con la mayoría de las tendencias ideológicas del BM, por eso he creado mi propio estilo de letras: no soy un teísta ni de derecha ni de izquierda, no soy pagano, tampoco le rindo culto a la naturaleza, etc. Soy más bien un cáncer dentro del BM.

¿Dónde podemos escuchar material de Chaoswolf?
Lo ideal sería que consiguieran el material pasado con Runenstein Records y el Full con Silentium in Foresta Records, o directamente conmigo. También pueden escuchar mi música en youtube.

Un placer conocer Chaoswolf desde tu punto de vista, sin más que preguntar, el siguiente espacio es tuyo si tienes algo que agregar.
Te agradezco mucho el interés en Chaoswolf, les envío un saludo/aullido a todos los que se han atrevido a leerme y comprenden de qué se trata este proyecto. Les dejo mi blog:www.blackmetal-ideologia.blogspot.com


Entrevista por M. Famentas (Liwyatan Rex Zine).