Me
preocupa que la respuesta a esta pregunta sea afirmativa y esté dada por hecho. Más alarmante es cuando escucho a alguien de mi país asumiéndola
con cierto gesto de resignación. Porque es ahí cuando consumados imbéciles de
otros lugares del mundo emiten opiniones racistas acerca del BM que hacemos en
México. Por fortuna sólo he tenido un par de experiencias virtuales de esa
índole, las cuales me motivaron a transmitir esto que les quiero decir hoy. Por
lo general la respuesta que he notado desde otros países hacia mi música y hacia
el BM mexicano, es de creciente apoyo y admiración. Pero nunca faltarán excepciones,
como un youtuber que me confrontó exclamando que cómo osan los mexicanos tocar un género que no les corresponde.
O aquel que supuso que el nombre de mi proyecto, al estar completado por el
sustantivo wolf, implica
insinuaciones raciales que debería considerar. Pareciera que lo que está
diciendo es que sólo las bandas arias tienen permitido portar tal designación.
He machacado hasta el cansancio que cuando yo hablo de lobos lo hago de una
manera, si quieren verlo así, filosófica. ¿Pero qué va a entender un simple metalhead de eso? Alguien que no se
interesó en leer mis letras y simplemente por tocar BM en un estilo ciertamente
primitivo pensó que estaba tratando de imitar la propiedad artística de otros.
Menudo idiota.
Verán,
estoy de acuerdo en que por sentido común es ridículo que un sujeto, con un
porcentaje racial encabezado considerablemente por sangre indígena, negra, etc.
haga un proyecto de BM y diga “con tu martillo, Thor, aplastaré a los impuros”.
El problema es que la enunciación ideológica que sostiene la posibilidad de ese
absurdo, tiene efectos más fuertes de lo que aparenta. Contiene, entre otras
cosas, el imperativo de una identidad. ¿Qué significa esto? Que si te ves
ridículo creyéndote hijo de Thor siendo latinoamericano, lo coherente, serio y
adecuado para ti es que toques cumbia y salsa. Ahí debería radicar tu verdadera
identidad, diría la vox populi. Eso
por sí mismo también es un error. ¿Quién eres tú para dirigir las
identificaciones de los demás? Si de hecho, las propias, son inconscientes. Es
decir que el concepto de identidad puede llegar a ser contraproducente, porque
no erradica el racismo, incluso me atrevería a decir que lo sostiene.
Por
eso en uno de mis videos de la subversión del BM digo algo que haría menester
aclarar: que si alguien considera que la manera de hacer BM mexicano auténtico
es volviendo al paganismo indígena está, de algún modo, aceptando la
naturalidad del BM noruego y extrapolándola a su contexto de manera metafórica.
Y está bien, pues respeto y aprecio muchísimo la calidad artística de muchas
bandas de BM prehispánico. En lo único que llamo la atención es en que no
adoptar algo que pareciera ser propiedad de otros, es dar la razón de que
efectivamente es su propiedad. Eso es algo que me gustaría cuestionar. No me
estoy refiriendo a los dioses, sino al sonido. Claro que hay cosas que
contrastan con nuestro contexto, es decir, como ejemplo, acepto que no podría
existir el concepto Immortal en
México, porque sus letras hablan de Noruega y de su misticismo. Pero fíjense
que dije el concepto Immortal; pero la música, ella es otro asunto. Aunque pareciera estar amalgamada
completamente a su significado, sabemos que la música es más bien significante.
Para decirlo fácil: la música BM puede ser tocada en México sin entrar en
ninguna contradicción étnica, de la misma puta manera en que cualquier blanco
puede tocar jazz. Obviamente cuidándose de no copiar; porque no es lo mismo
copiar a tocar un género que ya existe: si fuera así, cualquier músico sería un
simple imitador. Por otro lado, la ideología del BM no se reduce a nieve,
bosques y neblina. No alcanzo a concebir la ingente estupidez que corroe el pensamiento
de quien diga lo contrario. Más todavía: quienes han hurgado suficiente en la esencia
del BM sabrán que consiste en múltiples vacíos, a los cuales responden
creaciones en cualquier parte del mundo. Jamás invitaría a nadie a imitar lo
que hacen bandas en Europa, mas no hay manera de espulgarnos totalmente de influencias. De
la misma manera en que el BM tuvo influencias, y ellas no le quitaron singularidad. Así, cada quién tiene que encontrar su propia manera de innovar. En mi caso
lo hago abordando ciertas temáticas, con un toque de ironía pero con la
seriedad de una teoría. Psicótica, sí, pero se sostiene. Quienes lo hacen al
estilo pre-hispánico, total apoyo, los que lo hacen de otra manera, también. Pero
que lo hagan. No niego que el origen cronológico del BM esté situado en ciertos
países escandinavos, ellos ciertamente lo inventaron, pero yo propongo
redefinirlo. Creer que los inicios del BM fueron el único verdadero BM como
tal, es estar buscando el Edén perdido por la marca de una clase de “pecado
generacional”. Esa sí que es una contradicción con el espíritu del BM.
No
participemos ya de la idea de que nosotros sólo hacemos tributo de algo que es
patrimonio de otros, alcemos la voz por nuestra manera de hacer ese arte, y
defendámosla ante las ratas racistas.
(Pronto
versión traducida al inglés).
-Chaoswolf
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