Tomino

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jueves, 29 de agosto de 2013

VII. Acerca de Les Légions Noires (nota sobre la muerte y el anti-humanismo)



Casi a la par de los acontecimientos relacionados con el Inner Circle en Noruega, se hace escuchar con estruendo la voz francesa, a través de un BM con un singular sonido, en total desacuerdo con lineamientos estéticos, con pésimas grabaciones que iban acordes al mensaje codificado de estas bandas. Aparecidas aproximadamente a principios de los años 90’s, bandas como Mutiilation, Belketre, Vlad Tepes, Black Murder, etc. creaban una música en completa unión con la oscuridad, la muerte, y en especial, con una cierta cuota angustia; todo esto en gran parte debido a la indigestión que provoca una música que no está dirigida a ningún interlocutor si no es a través de lo feo y lo siniestro. Este conjunto de proyectos se autodenominaba Les Légions Noires (LLN). Y planeo con esta breve descripción hacer la justa diferenciación de este BM con  lo que serían géneros relacionados con lo grotesco y repugnante, como el grind, gore, etc. La fealdad de LLN es una fealdad que se sostiene en una clase de espirtualización invertida. Si en el gore se hace alusión a la muerte como el efecto de la degeneración biológica o del elemento externo acorralando al organismo a su final, en LLN lo que muere no es exactamente un cuerpo: lo que muere es un humano y el mundo asociado a él. La entidad encargada de esto, de todo lo opuesto a la Creación, es Satanás, por supuesto. A tal punto de que en una entrevista a Moevot el sujeto dice, sin más: “Moevot is no creation but destruction”. La identificación de ese Satanás como un absoluto, sea en tanto destrucción, en tanto Noche, en tanto –como ellos llaman- el Holocausto Negro, es la característica de que de casi 10 entrevistas incluidas en la revista de las legiones, The Black Plague, ninguna se distinga considerablemente de otra. ¿Sería demasiado inmoral de mi parte concebir esto como una forma de ventriloquia? Pero algo que les he venido diciendo es que la dimensión del Otro siempre está presente, por lo que, a mayor o menor grado, siempre somos hablados. Freud decía que en las psicosis el inconsciente, que el neurótico tanto oculta, salía a flor de piel, y ese inconsciente no es otra cosa que ese Otro discurso que nos habla. Pero no vayamos hasta los psiquiátricos, les muestro un ejemplo más sencillo, ¿conocen el metro de la ciudad de México? (¿Quién podría extrañar el cine de Jodorowski por allí?), ¿han notado el tonito con el que los vendedores suelen ofrecer sus productos? A mayor escala pareciera que hay una especie de máquina que los conecta a todos para reproducir esas palabras con el tono correspondiente, es curiosísimo, son detalles que pasan desapercibidos; pero más o menos de eso se trata, de que habitamos el lenguaje, de que Eso habla.

Pero sería harto severo decir que las legiones negras hayan sido una mera reproducción del BM noruego, más bien diría que había una cierta insistencia en la diferencia, que a nivel lingüístico se expresa con soberanía: el gloatre, lengua inventada por Vordb de Belketre, nos demuestra que había un nombre propio construyéndose. Del mismo modo en que País Vasco a través de su lengua, el euskera, abogaron por su separación con respecto a España.

Sin embargo, si hemos cedido en intercambiar ideas con gente inmiscuida en el BM sabremos que tanto el sonido como las ideas que distinguían a las LLN, en su nombre propio, han sido adoptadas, y haciendo inferencia de la actitud de las legiones, en esa adopción sólo habría pura y completa falsedad. Sus criterios tendrán, pero lo que nosotros decimos es que en cualquier adopción ya hay una pérdida, así como Nargaroth hace tributo del BM, así hay bandas que hacen tributo a las LLN. Y ya antes de que Nargaroth formulara la muerte del BM en su respectivo monumento (Black metal ist krieg), Wlad de Vlad Tepes dijo: Black metal is dead now. But we, are we really “alive”? Esto en 1995, pero es posible que incluso antes se hayan formulado afirmaciones de esta clase. Y es muy importante tenerlas en cuenta, porque esa es la principal muerte que vuela sobre nosotros. Efectivamente, los miembros de las LLN son muertos vivientes, quizá como zombis, cuyo mensaje es muerte, muerte y más muerte. Por eso suelo decir, un poco irónico, que Las Legiones Noires son más black que el black. ¿Qué son los zombies? Son, digamos, pura pulsión. Pulsión de muerte que va más allá de la muerte, en tanto biológicamente un individuo al nivel de la especie esté, por decirlo así, ya muerto. “Un individuo no es nada comparado con la sustancia inmortal oculta en su seno, que es sustancialmente, lo que existe como vida”, nos dice Lacan, siguiendo a Freud, que a su vez seguía a Weissman. ¿Se dan cuenta qué se está diciendo aquí? Que la dualidad vida y muerte, cuya facilidad para el intelecto concluye en esta reiterada ideología de “muerte” de LLN, no existe, y de lo que se trata es de una sustancia inmortal que mata todo el tiempo. El zombie es la representación de Eso pulsional que nos habita y nos excede. Reducido a la pura oralidad, el zombie es la regresión al estado místico de plenitud incestuosa.

“Acerca de las LLN”, o ¿por qué no decirle a-cerca? Es decir, sin cerca, que rompe con las barreras, algo que acerca a eso que nos aleja de la comprensión... ¿Y no es acaso la comprensión un intento de cerrar el círculo? Los absolutismos de los conceptos de LLN son un claro y desesperado intento para dar respuesta al enigma de la existencia.

Y en definitiva las legiones negras se acercan a eso pero no lo logran asimilar, concluyen en que todo tiene que tender lo más pronto posible al “Caos” supraterreno, cuando eso supraterreno es lo terreno mismo, es la naturaleza no simbolizada (ojo: nada que ver con la naturaleza de la que hablan las bandas BM “naturalistas”), caótica, inefable, inasimilable para lo simbólico que constituye el mundo humano. Estos sujetos se refieren en todo momento a la destrucción de lo “humano” al mismo tiempo que al “mundo”, y tienen razón, lo simbólico es el mundo humano, pero hay algo en él que está por fuera, pero que a la vez moviliza: es lo real. Wlad cuenta que de joven tenía una pesadilla en la que aparecía una silueta negra que lo tomaba, lo atrapaba, a posteriori él interpreta, le da sentido a eso sin sentido, y entonces siente un extremo goce al ensoñar a esa cosa negra que se le presenta. Dice que tanto sus hermanos de la legión, como él, le conocen. Pero antes de que él le hubiera permitido el acceso al sentido a esa indefinible presencia, ¿qué era? ¿De dónde provenía? ¿Y si fue angustia su primera reacción ante eso que soñó? Lo negro y la oscuridad son significantes que apenas pueden dar cuenta de la hiancia, pues ella es tan excesiva a la vez, que no da oportunidad para pintarla de ningún color. Lo que se presenta en las pesadillas es tan abrupto que obliga a despertar, a abrazar la realidad, y si alguna pesadilla ocasionó esto en algún miembro de la LLN, creo que deberían considerar el re-bautizo.

Pero lo real es sólo un nombre para nombrar lo innombrable, eso diferencia mis proposiciones: yo no tengo un culto a lo real, ni al objeto a, ni a Lacan ni a Freud. Para empezar ellos eran humanos, y se equivocaban muchas veces, a pesar de ser tan sagaces. Desarrollo las propuestas de unos cuantos humanos, desde diversos campos del pensamiento, por lo que cabría redefinir a lo humano. Para LLN humano es todo aquello que ellos no son. Ellos son, a pesar de tener un cuerpo humano, otra cosa que no es humana. Hacen alusión a la pulsión que les habita, pero, si eres anti-humano, ¿todas tus condiciones humanas, como el error, los sentimientos, la conciencia de muerte, etc., serían delegadas al otro que –estúpidamente- es humano? Y cuando suceden en uno mismo, ¿es porque se pecó de humano? Si vieran que el término humanismo surge precisamente cuando el humano logra desplazar a Dios del centro para colocarse a sí mismo, ¿no sería el anti humanismo un intento de quitar nuevamente al humano, devaluarlo como especie, y colocar en el centro ahora a otro Dios, Satán, portador de la promesa de la destrucción perpetua? En la entrevista a Belketre, el sujeto responde y dice que la diferencia de Satán y Dios es que el primero sí cumple sus promesas, nótenlo, estamos ante la dialéctica de un padre bueno y un padre malo, dentro de un mismo fantasma. ¿Y qué ofrece el padre bueno? El goce absoluto: la muerte, total destrucción, en pocas palabras el cese de una realidad que en sí misma es displacentera. Lo es. Pero ¿no es demasiado humana esta reacción ante el displacer de la realidad? ¿No es demasiada humana la conciencia de muerte (de que todos y todo puede morir) que invita al culto que profesan estas legiones? No es mi intención señalar que hay una contradicción en ello, pues eso no debería ser motivo para dar pasos atrás, sino más bien apuntar a un lugar en el que no hay contradicción, pues tanto la contradicción, como el humanismo, se basan en el Yo. Aquel punto de no contradicción es lo que define a lo humano más allá de su narcisismo, la estructura en la cual él se hace humano, pues ser humano no es una maldición que ya viene de paquete, el humano no nace, se hace, por lo que no es extraño que exista también el antihumano. Se trata del inconsciente, si lo vemos de modo tópico, el lugar que descentra al humano, pero que no coloca a ningún Dios como sustituto, sino que advierte de que hay que pensar a lo humano de otra forma. La forma en la que lo piensan las LLN es, a mi gusto, limitada, y no se acerca ni siquiera a una misantropía real. Si la humanidad es un error, muchas cosas se pueden hacer de eso. Esa es una misantropía justa con el propio deseo, tanto mortífero como erótico. Y bien, esta es mi opinión, espero no despertar diversos sentimientos con mi humanidad a corazones que los trascendieron.

-Chaoswolf 


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